Lenin Fuentes: “El triunfo de la voluntad ciudadana”

Lenin Fuentes: “El triunfo de la voluntad ciudadana”
Lenin Fuentes Barros, trabajador social.

Chile despertó, cambió y quiere una nueva constitución que garantice dignidad y derechos para tod@s.


Por Lenin Fuentes Barros ( trabajador social , magister en políticas públicas y gestión local y coordinador comando Apruebo Chile Digno Linares)

                          Lo ocurrido el miércoles 15 de julio de este año en la cámara de diputados, será registrado en los anales de la historia (aunque no necesariamente en la historia oficial) como el día en que los chilenos iniciamos el proceso  constituyente. Con el rescate del 10% del ahorro forzoso en las AFPs se da el primer paso para poner fin a este sistema, que lejos de satisfacer mínimamente las necesidades de los millones de ahorrantes obligados a entregarle sus ahorros previsionales, los condena a la miseria y la indignidad. 

Tengo presente el relato de una amiga profesora que al jubilarse  con 40 años al servicio de la docencia no alcanza a obtener 150 mil pesos como pensión. María Teresa,  nos relata que el día que ella tuvo que ingresar a la AFP el director de la escuela en que trabajaba convocó a tod@s l@s profesores a la sala de reuniones del colegio y les presentó a los ejecutivos de la AFP que los traspasaría al nuevo sistema previsional. Previo a esta convocatoria, el colegio fue rodeado por patrullas militares, con sus fusiles apuntando hacia el colegio. No ingresaron y no hubo ningún militar al interior del colegio, pero con su sola presencia en el exterior del colegio nadie se atrevió a rechazar el ingreso y todos los profesores presentes en esa jornada firmaron su traspaso al nuevo sistema previsional, que les garantizaba que para este año 2020 jubilarían con un equivalente al  100% de sus ingresos.

Es conocido por la gran mayoría de los chilen@s, que el dictador, no aceptó traspasar a las fuerzas armadas y de orden a este nuevo régimen previsional y lo mantuvo con un sistema de reparto que hoy es una muestra más de la extrema desigualdad que se vive en el país, con pensiones superiores a un millón de pesos en general y algunas superiores a los 2,5 millones (en caso de oficiales y altos mandos). Esto tiene un costo de aproximadamente 2.399 millones de dólares anuales para el estado (para financiar 175 mil pensionados), mientras que en el pilar solidario para complementar las pensiones de AFPs, se invierte un poco más de 2.080 millones de dólares para financiar 1, 6 millones de pensiones (Fuente: Fundación Sol).

La recuperación del 10% de los ahorros previsionales, es sin duda, muy necesaria para enfrentar la crisis social como consecuencia de la pandemia, ayudará a miles de compatriotas a palear sus dificultades esenciales ante la ausencia de la ayuda del Estado, el que se ha visto lejos de los ciudadanos y de sus necesidades. Además, es una dosis potente de dignidad y respeto a la voluntad del soberano, que por sobre el 80% se pronuncia a favor de utilizar estos ahorros y también a cambiar el régimen previsional que se les impuso y los obliga a la pobreza al momento de la edad mayor. En esto, es destacable la sintonía de los diputados de oposición y los 15 del pacto gobernante que se mantuvieron firme y con su voto hicieron posible que el proyecto avance, a pesar de las amenazas y el chantaje que conocimos de parte del gobierno.

Si es necesario señalar que entre los 15 diputados de derecha que apoyaron valientemente la propuesta ciudadana no se encuentra nuestro diputado Rolando Rentería. Sus votantes deberán pedirle explicaciones al respecto. 

Dijimos al comienzo de esta opinión, que este día marca el inicio del proceso constituyente, ya que obliga a una reforma constitucional que cambia el régimen previsional y lo hace permeable a la necesidad ciudadana y no al sistema económico que lo defiende como báculo inviolable del neoliberalismo. La acumulación de riqueza a través del ahorro forzoso de los cotizantes es el pilar fundamental del modelo económico que permite a los grupos financieros acumular riqueza y capital en base a los recursos de los trabajadores y a ellos amasar fortunas en cifras que son innombrables. Bien podrían haber aportado de sus utilidades los recursos necesarios para enfrentar esta crisis y no serían menos ricos, solo serían más humanos.

La tarea aún no está completa,  falta la batalla en el Senado de la República y tal como hoy se logró el respaldo de los diputados a punta de “cacerola”  y  “redes sociales”, no podemos bajar los brazos y tenemos que seguir movilizados para que definitivamente este derecho ciudadano vea la luz. 

Chile despertó, cambió y quiere una nueva constitución que garantice dignidad y derechos para tod@s.

 

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).