El irreparable daño de los petroglifos del cerro Quiñe

El irreparable daño de los petroglifos del cerro Quiñe
Petroglifos cerro Quiñe.

“Las rocas donde están los grabados corresponden a bloques erráticos del último período glaciar. Han sido pulidos y trasladados por el hielo, adquiriendo formas regulares y superficies alisadas. Justamente estas superficies fueron las elegidas para hacer los grabados de surco profundo. Es muy probable que los petroglifos del cerro Quiñe fueron realizados por los habitantes del lugar, en el período prehispánico”, comenta el arqueólogo Rubén Stehberg en el marco de una investigación realizada por Alejandro Morales Yamal


Autor: septimapaginanoticias.cl

                                                                                                                                              El cerro Quiñe, que en mapudungun significa Uno tiene una altura de 213 sobre el nivel del mar.

En la cima hay un enorme eucaliptus y en sus alrededores algunos petroglifos que lamentablemente registran un irreparable daño. Para acceder al lugar se debe pedir permiso dado que se trata de un recinto privado. Es un sitio mágico, misterioso y con una visión amplia de todo el valle linarense y longaviano.

Lamentablemente verdaderos delincuentes, porque no se les puede definir de otra manera, han dañado en forma irreparable los petroglifos. Sobre el arte rupestre se han realizado grabados con mensajes obscenos, realizado figuras que no corresponden a lo original y remarcado los petroglifos.

ANTECENTES

Una investigación de Alejandro Morales Yamal entrega detalles del arte rupestre del Ancoa a través del cerro Quiñe. “Este sitio está ubicado al sur de la ciudad de Linares y es  un cerro pequeño que se encuentra a 213 metros de altura, aislado del cordón montañoso de la precordillera, el cual  se inserta en medio del valle, franqueado por el río Ancoa desde el norte, y el cerro Mesamávida por el sur-oriente, siendo visible desde cualquier punto del valle de Linares”, detalla.

Agrega que “este sitio contiene algunos petroglifos no muy conocidos, y están ubicados al interior del actual fundo de Quiñe en la comuna de Linares y que están sin ninguna señalética informativa de interés turístico y de accesibilidad territorial. Los diseños son de tipo lineal, concéntricos con técnica de puntilleo y raspado en la roca”.

En el informe detalla también expresiones de Rubén Stehberg. “Al explorar la zona de los petroglifos con Rubén Stehberg, este arqueólogo planteó algunas hipótesis de trabajo para el futuro inmediato; durante la prospección arqueológica en situ: las rocas donde están los grabados corresponden a bloques erráticos del último período glaciar. Han sido pulidos y trasladados por el hielo, adquiriendo formas regulares y superficies alisadas. Justamente estas superficies fueron las elegidas para hacer los grabados de surco profundo. Es muy probable que los petroglifos del cerro Quiñe fueron realizados por los habitantes del lugar, en el período prehispánico. Es un sitio muy especial, tiene una vista única. Obviamente es una residencia de un espíritu ancestral, y eso es lo que simbolizaría. Ellos –los pobladores nativos- vinieron a hacerles ofrendas y obsequios (demostraciones) a un espíritu de un antepasado importante, tanto de varios antepasados importantes, por eso se transforman en lugares de culto y los petroglifos por ejemplo –de la roca- son 'conectores'…por ahí se meten los espíritus a un mundo subterráneo y ese inframundo está aquí…a menos de un metro. Y ese mundo subterráneo está acá abajo y estos petroglifos conectan…Sólo los espíritus pueden venir al mundo de los vivos y volver a meterse abajo a través de los petroglifos, a través de las vertientes, a través de las cavernas y estos lugares, así, son siempre 'sitios sagrados'"...