(Exclusivo) “Me cagaron la vida”: el desgarrador relato de Gerardo Inostroza gravemente afectado tras vacunarse contra el Covid-19

El artista del tatuaje y perforador hasta abril del año pasado era una persona sana y llena de desafíos. Actualmente debe ocupar una silla de ruedas para desplazarse. Con el apoyo de su familia presentó una denuncia por negligencia médica en la PDI y el Ministerio Público a través de la Corporación de Asistencia Judicial. Lamentó el nulo apoyo del Ministerio de Salud


Autor: septimapaginanoticias.cl

                 La historia de Gerardo Enrique Inostroza Jerez (56 años) es realmente desgarradora. Hasta abril del año pasado su vida era absolutamente normal y llena de desafíos. Su trabajo como tatuador y perforador lo mantenía concentrado y activo. Además quería explorar otros oficios y dedicarse a su invernadero colindante a su casa situada al interior del callejón “El Quincho”, en el camino a San Víctor Álamos, en el lado oriente de Linares.

COMENZÓ LA PESADILLA

El día 22 de abril 2021 se trasladó junto con el padre de su pareja hasta el vacunatorio que el Departamento Comunal de Salud (DECOSAL) instaló en el Gimnasio Municipal “Ignacio Carrera Pinto”. Tenía que inyectarse contra el Covid-19 para poder seguir trabajando y atendiendo a sus decenas de clientes.

“Me inyectaron en el brazo izquierdo (una dosis de Coronovac). Al instante mi extremidad comenzó a saltar (fasciculaciones). Le dije a la enfermera lo que me estaba pasando. Ella me indicó que el problema se me pasaría en 20 minutos. Transcurrido el tiempo el tema se agudizó y pedí hablar con la persona que estaba a cargo. Las fasciculaciones pasaron  luego a la espalda y posteriormente al brazo derecho”, relató a Séptima Página Noticias.

Luego de un par de días comenzó a retomar su vida con más normalidad aunque asustado de lo que le había sucedido. “Pensé que era algo del momento y que esto sería solo una anécdota. El problema es que en mi casa comencé a perder el equilibrio, me estaba cayendo con facilidad, un día estaba acomodando la estufa y caí como tortuga. Todo esto comenzó a unas dos semanas de haberme suministrado la vacuna”, detalló.

Gerardo dijo que uno de los episodios más difíciles lo vivió cuando estaba trasladando un mueble y este se le cayó encima. “Ese día fue al CESFAM ‘Valentín Letelier’. Fue de noche. Me dieron unas neurobiontas y algunos relajantes musculares. Además la doctora me hizo unos exámenes de sangre”.

Seguí trabajando, andando en moto y haciendo mi trabajo hasta que se cumplió la fecha para la segunda dosis de la vacuna Covid-19. “Me dijeron que las fasciculaciones eran producto de la diabetes, del colesterol alto y la presión arterial. Yo antes de vacunarme estaba totalmente sano. Me recomendaron vacunarme nuevamente. Que los problemas se me iban a pasar regulando estos problemas. Lamentablemente eso no sucedió porque comencé con problemas para caminar, levantar las piernas y ya no podía andar en moto”, comenta.

DIAGNÓSTICO MÉDICO

El linarense terminó siendo atendido en el CESFAM “Oscar Bonilla” de Linares. Iba al consultorio usando bastón. Tres médicos le aseguraron que regulando la diabetes, el colesterol y la presión arterial volvería a recuperar su movilidad.

Finalmente el 05 de noviembre de 2021 el doctor Sebastián Alfonso Miranda Piña le entregó el siguiente diagnóstico médico. “Paciente que luego de la administración de la vacuna Coronovac en abril del presente año (2021) comienza a las pocas horas con fasciculaciones del sitio de inyección, las cuales se vuelven constantes, durante los meses siguientes desarrolla déficit motor, con espasticidad muscular y aumento de ROT, lo cual afecta su movilidad y desplazamiento, actualmente con neurólogo particular a la espera de EMG”.

EN SILLA DE RUEDAS Y DENUNCIAS

Gerardo Inostroza se quiebra con facilidad. De la mente está lucido y tiene en la retina cada momento que ha debido vivir desde abril del año pasado a la fecha.

Sin embargo hoy día está en silla de ruedas. Su hijo Sebastián, su pareja Evelyn Figueroa y el padre de Evelyn le brindan los cuidados. Ha perdido la capacidad para respirar y está obligado a usar un bipap todos los días.

“Siempre pensé…para que me voy a contaminar con una vacuna si soy sano. Nunca ni siquiera me vacuné contra la influenza, jamás tomé un remedio y tenía muchos desafíos. Nadie me escucho, nadie atendió mi caso como correspondía. El único fue el doctor Sebastián Miranda. No he tenido ningún apoyo del Ministerio de Salud y menos de la Seremi de Salud. Incluso desde la Seremi de Salud me respondieron que para que me había vacunado si era un proceso voluntario. Yo lo hice para poder seguir trabajando. No tenía otra opción”, enfatiza.

Por estos días hay en trámite una denuncia por negligencia médica interpuesta vía la Corporación de Asistencia Judicial en el Ministerio Público y una acusación en la PDI de Linares.

“Es fuerte decirlo. Pero me cagaron la vida. Tienen que pagar lo que me han hecho. Quiero justicia”, exclama con fuerza. Gerardo logró el apoyo de la Fundación ELA de Santiago. Ellos le diagnosticaron un 53% de invalidez y le facilitaron un baño portátil.

Un terapeuta lo atiende en las dependencias de salud primaria ubicadas en calle Chacabuco entre Max Jara y Kurt Möller.  Ejercicios, principalmente para no perder la movilidad. Debe ser trasladado por medios propios. Tampoco tiene pensión.

HAY QUE APOYARLO

La presidenta de la Unión Comunal de Linares, Lucila Carrasco ha estado al tanto del caso. “Realmente uno se conmueve al escuchar a don Gerardo. Hay que visitarlo para saber lo que está pasando. Estamos gestionando una silla eléctrica y apoyo para mejorar sus condiciones de vida. Ellos están pasando por un instante muy difícil. Hay que apoyarlos”.