Lenin Fuentes Barros: “El pueblo habló bien fuerte y bien claro”

Lenin Fuentes Barros: “El pueblo habló bien fuerte y bien claro”
Lenin Fuentes Barros, trabajador social.

La contundencia del resultado pone en tensión a los partidos políticos de oposición que estuvieron unidos, al menos en una misma posición respecto al apruebo y a la convención constitucional,  en cuanto a llegar a acuerdos y enfrentar en unidad la elección de constituyentes, para asegurar las mayorías necesarias que impida hipotecar la soberanía del país por otros 30 ó 40 años. No se puede permitir, que un 20


Lenin Fuentes Barros: (trabajador social, magíster en políticas públicas y gestión local y coordinador del Comando Apruebo Chile Digno Linares)

 

                                 Nada de confundirse, el mandato del soberano  resonó en el mundo entero. 

Se escuchó con fuerza en todo Chile, con esa arrolladora cifra de participación (la mayor en la historia según Servel en números absolutos) que dijo queremos una nueva constitución en un casi 80 % y en igual porcentaje que esta sea elaborada por constituyentes elegidos democráticamente por el pueblo.

Si bien, se esperaban resultados auspiciosos, la realidad superó la expectativa y una vez más, así como el pueblo movilizado a partir del 18/O corrió las barreras impuestas por el poder  neoliberal, hoy nuevamente esta mayoría absoluta tiene la posibilidad de correr las restricciones que se le han puesto a la convención constitucional y hacer de ella un órgano efectivamente soberano, que fije su reglamento sin condiciones previas como las que fijó el “acuerdo” de noviembre, en el que no participó ningún representante del mundo social y ciudadano, que son los verdaderos gestores de este histórico proceso y por tanto representa solo a los firmantes.

Hoy el pueblo les envía un mensaje fuerte y claro; somos los únicos protagonistas y no nos quedaremos ausentes. No permitiremos que se roben la alegría una vez más y por otros 30 años. El mensaje debe ser entendido por el mundo político, el que debe estar a la altura de las exigencias ciudadanas.

La contundencia del resultado pone en tensión a los partidos políticos de oposición que estuvieron unidos, al menos en una misma posición respecto al apruebo y a la convención constitucional,  en cuanto a llegar a acuerdos y enfrentar en unidad la elección de constituyentes, para asegurar las mayorías necesarias que impida hipotecar la soberanía del país por otros 30 ó 40 años. No se puede permitir, que un 20% de los chilenos mantenga capturados al 80% como ha sucedido con la constitución hoy vigente, impuesta a sangre y fuego por la dictadura cívico-militar.

También es urgente, que se logren condiciones de elegibilidad a los ciudadanos independientes que desean y merecen ser constituyentes. Las condiciones actuales no lo permiten y les obliga a ser parte de listas y pactos que no necesariamente los representan. Si esto no se logra, los partidos políticos tienen la obligación  moral y ética de abrir los espacios para que esto suceda y deben ceder cupos significativos para ello.

Los resultados del plebiscito, ponen el desafío al movimiento social y a quienes formamos parte del mundo político progresista de verdad y que queremos trasformaciones reales, mantener la movilización social activa y ascendente, para evitar la tentación de los sectores conservadores de apoderarse del proceso y llevarse la constitución para la casa.

El pueblo habló bien fuerte y bien claro, pero nada de ingenuidad y dejar que otros hagan lo que nos corresponde. Ahora tenemos que ser dueños del proceso constituyente, participar activamente nombrando a nuestros representantes y desde hoy transformar el poder local en poder constituyente. 


(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).