Matilde Carrasco Escudero: el equipo que volvió al profesionalismo comenzando con 62 millones en contra

Matilde Carrasco Escudero: el equipo que volvió al profesionalismo comenzando con 62 millones en contra
Matilde Carrasco Escudero, periodista.

La hinchada de Linares tiene una mística única, crecieron juntos, se conocieron entre familias, algunos se casaron entre ellos y los niños y niñas crecen a la orilla de la cancha del “Tucapel Bustamante”. La familia albirroja se ha convertido en eso, en una familia que se defiende con uñas y dientes, que se protege y se defiende de quien quiere hacerles mal, y esto ocurre porque saben que están solos, que todos los años hay que luchar contra la falta de recursos, contra los dirigentes de la tercera división, contra los arbitrajes nefastos, contra los robos, y contra la ignorancia, pero la ignorancia no es por la falta de educación, sino porque durante todo el año se ignora al “Depo”, desaparece del mapa cuando no consigue los resultados, y vuelven a ser los mismo 400 que apañan en las buenas y re malas.


Por Matilde Carrasco Escudero (Periodista de la Universidad de Concepción)

                                  Los humanos a diario transitamos la vida aprendiendo permanentemente, con virtudes y defectos, con logros y fracasos, derrotas y éxitos, lo mismo es en el fútbol y eso lo saben los hinchas de Deportes Linares, más de fracasos y derrotas.

Pero cada cierto tiempo Deportes Linares se convierte en la vedette futbolística del Maule, se realiza una buena campaña y todos se acuerdan nuevamente del “Depo”, ¿porque no ocurrirá siempre eso?, o las autoridades y los maulinos sólo creen que existe Rangers y Curicó?, ni hablar de los arreglos de estadio, y así es como nuevamente vuelven a olvidarse del Maule sur.

Hoy Deportes Linares recuperó su identidad, los niños se visten con la albirroja, los hinchas valoran su club, pelean por él si es que hay que hacerlo, se aprendió a punta de golpes y de robos. Y les costó, pero con sangre aprendieron que nadie más que un linarense va a querer a su club. Ahora nuevamente se logró el ascenso al fútbol profesional y se está a la espera de conseguir la Copa de la Tercera División, ¿pero saben qué?, en marzo Deportes Linares ni siquiera tenía seguridad de poder jugar el torneo y saben por qué?, porque la SADP Lister Rossel, pidió 62 millones para devolver el cupo de la Tercera “A” y que los albirrojos pudieran jugar. Ojalá hubieran estado ahí todos los que ahora felicitan a Deportes Linares y a su hinchada.

Este 19 de noviembre Deportes Linares cumple 66 años de su fundación, lo que ha pasado completamente desapercibido debido al ascenso, pero los hinchas saben que desde la fundación lo que han tenido que vivir es sólo desencanto. Durante el ascenso a la segunda el 2012, los hinchas de Linares hicieron una depoton para reunir recursos, el depo siempre tiene que mendigar para poder conseguir los objetivos, pero los hinchas están ahí siempre para salvar al club, porque a diferencia de los “otros” clubes, las autoridades no se van a sacar fotos al estadio, nadie cuando empieza el campeonato pregunta que falta para el depo, sólo los hinchas están ahí para salvar el club cuando nadie más se acuerda de ellos.

La hinchada de Linares tiene una mística única, crecieron juntos, se conocieron entre familias, algunos se casaron entre ellos y los niños y niñas crecen a la orilla de la cancha del “Tucapel Bustamante”. La familia albirroja se ha convertido en eso, en una familia que se defiende con uñas y dientes, que se protege y se defiende de quien quiere hacerles mal, y esto ocurre porque saben que están solos, que todos los años hay que luchar contra la falta de recursos, contra los dirigentes de la tercera división, contra los arbitrajes nefastos, contra los robos, y contra la ignorancia, pero la ignorancia no es por la falta de educación, sino porque durante todo el año se ignora al “Depo”,  desaparece del mapa cuando no consigue los resultados, y vuelven a ser los mismo 400 que apañan en las buenas y re malas.

Los hinchas de Linares son felices con poco, sólo piden jugadores que sientan y quieran la camiseta, porque saben que no existe cancha como la del “Tucapel”, ni hinchada como la albirroja, el jugador que llega a Linares se enamora del club y de los hinchas, porque son de esos que los invitan a tomar once, les llevan pan amasado y los hacen parte de sus familias, se convierten en hijos, hermanos, sobrinos y eso no lo logra ningún club, sólo Deportes Linares.

Tal como lo dijo Maradona, “el fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo, la pelota no se mancha", esperemos que la pelota no se vuelva a manchar en el Depo, que la Sociedad Anónima que la ANFP te obliga a formar, sea con capitales linarenses o en último caso con personas que quieran el club.

Ojalá algún día Deportes Linares pueda demostrar lo que significa como club, como hinchada, como plaza futbolística, como historia, eso es el “Depo” para los linarenses, historia, cariño, amor, malos ratos, peleas, pobreza y robos, Deportes Linares es su familia y a la familia jamás se le abandona.

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).