Segunda vuelta presidencial: Claves del proceso electoral

Segunda vuelta presidencial: Claves del proceso electoral
En el plano electoral, Mario Herrera, advirtió que los apoyos de la primera vuelta no se traspasan de manera automática, ya que “en política los votos nunca se suman de manera perfecta” y el voto obligatorio -además- amplía el peso de un electorado más volátil.

Este domingo 14 de diciembre Chile elige a su próximo presidente o presidenta. El cientista político de la Universidad de Talca, Mario Herrera Muñoz, explicó las reglas del balotaje y los ejes que ordenan la disputa entre los candidatos. Un aspecto que destacó el académico, dado el mito que ha circulado ampliamente en redes sociales, es que los votos nulos y blancos no se suman a la mayoría, ya que el cálculo se realiza sobre los votos válidamente emitidos


Fuente: Comunicaciones UTalca. Autor: septimapaginanoticias.cl

     El último tramo de la carrera presidencial vuelve a poner a prueba el voto obligatorio y el rol de Servicio Electoral (Servel) y el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel). Para el académico de la Universidad de Talca, Mario Herrera Muñoz, comprender las normas básicas del proceso es tan relevante como ser capaz de leer el tablero político y parlamentario que se configura para el año 2026.

En ese sentido, el especialista reiteró que en el caso de los chilenos que no concurran, serán multados, aunque -como en elecciones anteriores- existe la posibilidad de excusarse. En cambio, para los extranjeros habilitados para sufragar, es un “voto obligatorio sin sanciones por lo que en la práctica funciona como voluntario”, precisó.

Respecto a la cantidad de votos que necesita el ganador de las próximas elecciones, el cientista político explicó que, con solo dos candidaturas, el requisito para ganar es directo, ya que quien obtenga “el 50% más uno de los votos va a ser electo presidente”.

Un aspecto que destacó el académico, dado el mito que ha circulado ampliamente en redes sociales, es que los votos nulos y blancos no se suman a la mayoría, ya que el cálculo se realiza sobre los votos válidamente emitidos.

“Desde el año 90 en adelante, este tipo de votos (nulos o blanco) se consideran como inválidos y no se cuenta para elegir al ganador, pero sí es un voto que nosotros -los analistas- tenemos en consideración, porque de alguna forma manifiesta disconformidad con el sistema, desafección o desinterés por la política”, detalló.

Sin embargo, Mario Herrera Muñoz, destacó “las elecciones que concitan más interés por parte de la ciudadanía, como son las presidenciales y las de alcalde, el voto nulo y blanco es bajo y está entre el 3 y el 5 %, es decir que, a mayor interés por parte de la ciudadanía, menor es la cantidad de este tipo de votos”.

Al ser consultado por la transparencia del proceso, el especialista explicó que es el Servicio Electoral (SERVEL) el encargado de organizar y administrar la elección, pero el resultado definitivo pasa por un segundo escrutinio y llega al Tribunal Calificador de Elecciones, órgano que ratifica el resultado final. “Este paso es fundamental y garantiza la imparcialidad en el proceso eleccionario”.

Tablero político 2026: el día después de las elecciones

En el plano electoral, Mario Herrera, advirtió que los apoyos de la primera vuelta no se traspasan de manera automática, ya que “en política los votos nunca se suman de manera perfecta” y el voto obligatorio -además- amplía el peso de un electorado más volátil.

Respecto a los ejes articuladores que se dan en esta segunda vuelta, el académico destacó que, si bien la seguridad está en el centro del debate, el principal eje que todavía ordena posiciones ciudadanas sigue siendo izquierda-derecha, acompañado por distintas miradas sobre economía, cómo enfrentar desigualdad y el orden público.

Sin embargo, aclaró el especialista, “la clave de esta elección va a estar en el votante más volátil y que puede cruzar el espectro ideológico de izquierda a derecha sin mucho problema y que se encuentra en comunas populares como La Pintana, San Bernardo, Puente Alto, Maipú, donde existe una alta concentración de clase media y clase media baja”.

En materia de gobernabilidad dependerá del reordenamiento del nuevo congreso. En este sentido, el especialista anticipó que existirá una cámara más fragmentada y polarizada, organizada en cuatro bloques y, donde el Partido de la Gente, podría convertirse en una bisagra decisiva.

Para finalizar, el académico destacó la importancia del protocolo institucional entre la noche del 14 de diciembre y el cambio de mando del 11 de marzo, que incluye -por ejemplo- la ratificación del Tricel, ya que es parte de una tradición democrática en nuestro país. “Son rituales importantes porque son los que garantizan que el proceso eleccionario es transparente, libre y que se hace bajo todas las reglas democráticas”, concluyó.

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