América: 532 años después, seguimos defendiéndote del extractivismo conquistador

América: 532 años después, seguimos defendiéndote del extractivismo conquistador
Carla Alegría Vásquez, cientista política.

"Esta semana, mientras en el Congreso se debatía una moción para proteger a los defensores ambientales, esa pregunta —qué significa defender lo vivo— volvió a tener sentido. Hubo 35 intervenciones, 30 de ellas a favor. Se compartieron cifras, nombres y tragedias de quienes han perdido la vida cuidando lo que es de todos. Según Global Witness, solo en 2023 fueron asesinados más de 190 defensores ambientales en el mundo, la mayoría en América Latina. Y aunque Chile no alcanza esas cifras, no está exento de amenazas, persecución ni abandono institucional. De nuestra zona maulina participaron los congresistas Jorge Guzmán y Consuelo Veloso en el debate. Guzmán fue uno de los pocos que cuestionó la moción; mientras que Veloso recordó que aún no hay rastro de la concejala desaparecida en Villa Alegre", plantea la cientista política, Carla Alegría Vásquez


Por Carla Alegría Vásquez (cientista política)

         Cada 12 de octubre, América Latina se detiene —al menos en el calendario— para recordar una fecha que aún divide. Algunos la celebran como el “descubrimiento de América”, otros la llaman “encuentro de dos mundos”, y muchos la viven como el inicio de una herida que sigue abierta. Yo prefiero pensarlo como el día en que deberíamos preguntarnos, con honestidad: ¿qué significa hoy defender la vida?.

Hace 532 años comenzó un proceso que cambió para siempre la historia de nuestro continente: la llegada de los conquistadores europeos marcó el inicio del despojo y la imposición cultural. Hoy, aunque las carabelas ya no navegan nuestros mares, las formas de conquista continúan con otros rostros, lenguajes y banderas.

América, rica y diversa, sigue siendo vista como territorio a explotar. Las antiguas minas se transformaron en faenas que arrasan ecosistemas, los templos coloniales dieron paso a torres de inversión y tratados que privilegian la ganancia por sobre la vida.

El extractivismo, en todas sus versiones, es una forma moderna de conquista: silenciosa, legalizada y muchas veces celebrada.

Esta semana, mientras en el Congreso se debatía una moción para proteger a los defensores ambientales, esa pregunta —qué significa defender lo vivo— volvió a tener sentido. Hubo 35 intervenciones, 30 de ellas a favor. Se compartieron cifras, nombres y tragedias de quienes han perdido la vida cuidando lo que es de todos. Según Global
Witness, solo en 2023 fueron asesinados más de 190 defensores ambientales en el mundo, la mayoría en América Latina. Y aunque Chile no alcanza esas cifras, no está exento de amenazas, persecución ni abandono institucional.

De nuestra zona maulina participaron los congresistas Jorge Guzmán y Consuelo Veloso en el debate. Guzmán fue uno de los pocos que cuestionó la moción; mientras que Veloso recordó que aún no hay rastro de la concejala desaparecida en Villa Alegre.

La sala defendió el proyecto de Ley y pasó al Senado, pero no fueron pocos los que aprovecharon para mencionar la ausencia del Ministerio del Medio Ambiente en sala. No hubo participación visible ni una voz que representara al Estado frente a un tema que, por naturaleza, le pertenece. Esa omisión no es un detalle: se ha convertido en una señal política. Refleja la desconexión entre la institucionalidad y las comunidades que ponen, sin recursos y sin protección, toda la convicción.

“Duele”, es la palabra que ha acompañado distintos encuentros en estos últimos meses al evaluar cómo han sido estos cuatro años. Duele porque este gobierno se proclamó ambientalista, pero parece haber dejado esa bandera a medio camino.

La buena noticia es que, aunque no siempre exista apoyo institucional, la comunidad sigue avanzando.

Micorriza Maulina informó que avanza la reclamación del predio donde se encuentra el humedal Ayüwün, mientras que un grupo de vecinos se ha organizado para limpiar la ribera del río Ancoa.

Son gestos que pueden parecer pequeños, pero marcan la diferencia, porque se oponen a siglos de despojo y nos recuerdan que la historia iniciada el 12 de octubre de 1492 aún no termina.

Cada acción comunitaria es una forma de resistencia, una manera de cuidar la casa común.

Hay tanto por lo que, como humanidad, debemos reflexionar. Cada uno de nosotros necesita reaprender a convivir con lo que nos sostiene. Necesitamos dejar de conquistar y empezar a cuidar; de competir y empezar a colaborar. Reconocer que la naturaleza no se posee: se habita, se agradece y se defiende.

532 años después, seguimos defendiéndote, América. No con espadas ni escudos, sino con conciencia, palabra y acción. Porque tu conquista aún no termina, pero tu espíritu tampoco se rinde.

Gracias a todos los defensores ambientales. Es un orgullo conocerlos, acompañarlos y, de vez en cuando, subir con ustedes a la punta del cerro en busca de perspectiva.

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).