Francisco Pinochet: “El virus de la corrupción municipal"

Francisco Pinochet: “El virus de la corrupción municipal"
Francisco Pinochet, ingeniero agrónomo y máster en responsabilidad social y sostenibilidad.

En Linares, las alarmas se prenden con un caso que ha producido polémica: La compra de 36.000 litros de cloro para sanitización de establecimientos escolares por parte del Departamento de Educación de la Municipalidad. Un ejercicio simple hemos realizado. Caminamos por la calle Maipú y Januario Espinoza cotizando en varios locales comerciales el valor del mismo producto, cloro bidón de 5 litros y los precios fluctúan entre los $1100, $1300, 1450 y $1490.  En promedio $1300 por el bidón de 5L. En el supuesto que se hubiese comprado este producto en comercio minorista a los más, el costo total hubiese sido de $9.360.000, Evidentemente en el mercado mayorista, por la cantidad de producto solicitado, el precio hubiese sido mucho menor. Sin embargo, la insólita suma pagada por la Municipalidad a través del Departamento de Educación, es de $ 36.093.176, casi 26 millones más.


Francisco Pinochet (ingeniero agrónomo y máster en responsabilidad social y sostenibilidad)

 

                         Una gran alerta se ha levantado los últimos días con la detención de cuatro concejales de la ciudad de Iquique, en medio de investigaciones de corrupción realizadas por Fiscalía de esa ciudad y que tiene a otros tantos municipios en alerta por eventuales delitos producto de millonarias licitaciones.

Si bien hace  un tiempo atrás, varios actores hemos alertado de  hechos que podrían constituir actos de corrupción por parte de la Municipalidad de Linares, referentes a millonarias licitaciones adjudicadas a empresas de amigos del Alcalde, contrataciones  y mal uso de recursos municipales, ha faltado voluntad de quienes  por ley , tiene la responsabilidad , no sólo de fiscalizar y comunicar, sino que también acudir  de manera formal a las distintas instancias que corresponden para denunciar estos temas, como lo son:  Contraloría General de la República, Tribunales electorales y/o Ministerio Público.

Lo mencionado anteriormente no corresponde al contexto de la crisis sanitaria, pero se hace mucho más necesaria, en tiempo de estado de emergencias, la acción activa de los concejales y ciudadanos a la hora de fiscalizar, sobre todo cuando las autoridades legítimamente hacen adecuaciones presupuestarias para combatir el COVID-19 en Linares. Organismos como Transparencia Internacional han mostrado evidencia empírica que, en momentos de emergencias, crisis sociales y/o sanitarias, los sistemas de controles sobre la gestión de los recursos públicos se relajan y se genera un ambiente propicio para el aprovechamiento ilegal de fondos públicos, razón por lo que el aumento en las fiscalizaciones es indispensable para evitar el mal uso de recursos fiscales por parte de las autoridades.

En Linares, las alarmas se prenden con un caso que ha producido polémica: La compra de 36.000 litros de cloro para sanitización de establecimientos escolares por parte del Departamento de Educación de la Municipalidad.

Un ejercicio simple hemos realizado. Caminamos por la calle Maipú y Januario Espinoza cotizando en varios locales comerciales el valor del mismo producto, cloro bidón de 5 litros y los precios fluctúan entre los $1100, $1300, 1450 y $1490.  En promedio $1300 por el bidón de 5L. En el supuesto que se hubiese comprado este producto en comercio minorista a los más, el costo total hubiese sido de $9.360.000, Evidentemente en el mercado mayorista, por la cantidad de producto solicitado, el precio hubiese sido mucho menor. Sin embargo, la insólita suma pagada por la Municipalidad a través del Departamento de Educación, es de $ 36.093.176, casi 26 millones más.

Las dudas crecen cuando el servicio de impuesto internos registra iniciación de actividades del proveedor sólo 6 días antes de adjudicarse la compra de la Municipalidad y la orden de compra y los cheques para el pago son emitidos el mismo día de la entrega del producto en cuestión.

No sería primera vez que la Dirección de Educación de la Municipalidad   hace mal uso de recursos públicos. Contraloría General de la República detectó al inicio de la actual gestión varias contrataciones de funcionarios fantasmas   como también indemnizaciones por despidos no ajustados a derechos, por lo que instruyó devolución de los dineros.

Esperamos que la crisis sanitaria saque lo mejor de las y los Linarenses en todos los ámbitos y que deje atrás la falta de transparencia en las licitaciones públicas y “amiguismos” que han empañado la gestión municipal, ya que la confirmación de la existencia de autoridades corruptas e inescrupulosos que usan la tragedia sanitaria para beneficio propio podría significar un retroceso para el desarrollo comunal. Desde hoy la palabra la tiene Contraloría General de la República.

 

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).