José Navarrete Oyarce: Navidad sin sobresaltos

José Navarrete Oyarce: Navidad sin sobresaltos
José Navarrete Oyarce, director del magíster en tributación de la Universidad Andrés Bello

Lo primera y más básico, es hacer un presupuesto, desde mi punto de vista, en dos etapas. La primera de ellas es establecer los ingresos y compromisos del mes de diciembre, que usualmente incluye un ingreso adicional, llamado aguinaldo, y contrastarlo con los gastos proyectados para el mismo mes, sin incluir eventuales gastos navideños. Una vez teniendo claro la información anterior, proyectar lo disponible para gasta en regalos, cenas, entre otros conceptos típicos de estas fechas. En este punto, es probable que el “disponible” no sea tan auspicioso como se esperaba, por tanto, el paso siguiente, en caso de perseverar con los gastos, sería evaluar un eventual financiamiento, ya sea través de la compra con tarjetas o bien un crédito bancario. Sin embargo, hay que tener presente que esto traerá costos adicionales, partiendo por los intereses de la transacción.


Por José Navarrete Oyarce (director del magíster en tributación de la Universidad Andrés Bello)

                                                    Según datos de la Comisión del Mercado Financiero, CMF, la carga financiera de un hogar promedio equivale al 32% de sus ingresos. Ahora bien, si me mira esa misma información, pero a nivel de los hogares más vulnerables, el porcentaje aumenta a un 38%.

En la misma línea, es preocupante saber que al revisar los hogares con sobre endeudamiento, la carga financiera promedio está alrededor del 66% en general y del 77% para hogares más vulnerables. En ese escenario, Navidad es una época peligrosa en términos de gastos, dado que existen múltiples ofertas y presiones sociales que invitan a realizar comprar más altas que en un mes normal.

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, nos vemos constantemente bombardeados por tentadoras ofertas que nos invitan a comprar, adquirir deudas o bien, una mezcla de ambas y en ese contexto, se hace necesario repasar algunos conceptos claves para poder pasar una navidad sin sobresaltos, en términos económicos.

Lo primera y más básico, es hacer un presupuesto, desde mi punto de vista, en dos etapas. La primera de ellas es establecer los ingresos y compromisos del mes de diciembre, que usualmente incluye un ingreso adicional, llamado aguinaldo, y contrastarlo con los gastos proyectados para el mismo mes, sin incluir eventuales gastos navideños. Una vez teniendo claro la información anterior, proyectar lo disponible para gasta en regalos, cenas, entre otros conceptos típicos de estas fechas. En este punto, es probable que el “disponible” no sea tan auspicioso como se esperaba, por tanto, el paso siguiente, en caso de perseverar con los gastos, sería evaluar un eventual financiamiento, ya sea través de la compra con tarjetas o bien un crédito bancario. Sin embargo, hay que tener presente que esto traerá costos adicionales, partiendo por los intereses de la transacción. Teniendo una mirada positiva, hay que estar atento a oportunidades de cuotas sin intereses que esporádicamente lanzan al mercado, ya sea las mismas tarjetas o bien algunos comercios, dejando las compras con intereses, como una última alternativa.

También se debe hacer un presupuesto que proyecte ingresos y gastos en los meses siguientes, dado que, pasada la navidad, vienen las vacaciones que usualmente trae de la mano mayores desembolsos y luego marzo con sus temidos gastos, como colegio, permiso de circulación, uniformes, entre otros. Por lo tanto, no se debe perder de vista, la claridad de los ingresos y egresos comprometidos, por lo menos para el primer trimestre del 2024.

Lo ideal aquí, es tener un presupuesto mensual proyectado para periodos más largos, por ejemplo, un año. A través de esta herramienta, se puede tener claro el flujo disponible o bien, evaluar alternativas de financiamiento que sean convenientes. No se trata de tener una contabilidad como la que tienen las empresas, sino que un registro simple de llenar y entender, pero que debe ser completado en forma consistente y disciplinada. Al igual que las empresas, el orden en las finanzas del hogar, es fundamental para poder lograr metas, como vacaciones, por ejemplo, o bien para tener cierta tranquilidad económica.

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).