Elecciones Chile 2025: experto advierte sobre populismo, resignación ciudadana y un electorado acostumbrado a la mediocridad

El académico y especialista en opinión pública Rodrigo Durán Guzmán alerta que la degradación del debate político, la normalización de la delincuencia y la falta de pensamiento crítico están abriendo la puerta a liderazgos populistas y extremos en las elecciones de noviembre
A tres meses de los comicios presidenciales, Rodrigo Durán califica el actual debate como el más pobre y populista desde el retorno a la democracia. “Hoy las candidaturas no presentan proyectos de país, sino frases hechas para las redes sociales”, afirma, apuntando a programas que parecen campañas de marketing sin diagnósticos ni planes concretos.
Según el especialista, el desgaste del Gobierno de Gabriel Boric ha profundizado la frustración ciudadana. “Para quienes no son parte del Frente Amplio ni de la izquierda afín, estos años han sido especialmente duros. La inseguridad, la situación económica y la falta de resultados han dejado un electorado frágil, dispuesto a escuchar cualquier promesa que prometa mejorar su vida, sin detenerse a evaluar si es viable”, advierte. Este escenario, dice, es ideal para la demagogia: “Cualquier candidato con un discurso efectista puede seducir a quien busca certezas rápidas”.
La peligrosa normalización
Durán advierte que Chile vive un preocupante adormecimiento social. “Hoy se toleran asaltos, robos, corrupción y una justicia que libera a delincuentes. Hemos perdido la capacidad de reaccionar”. Cuando la sociedad se acostumbra a la mediocridad y lo malo, añade, comienza un retroceso que es difícil de revertir.
Negar la realidad
Muchos, dice, rechazan este diagnóstico y reaccionan a la defensiva. Se adaptan al contexto e incluso lo justifican. Lo compara con quienes se jactan de no ver noticias: “No informarse no significa que las cosas no estén ocurriendo. La realidad sigue ahí, aunque se elija no mirarla”. Por eso, cuando alguien demuestra que es posible progresar, el impacto es fuerte: “Aunque incomode, ese es el camino que debemos seguir”.
Un escenario abierto
Para Durán, es imposible anticipar el resultado. La izquierda mantiene disciplina electoral pese a un gobierno mal evaluado, y subestimarla sería un error. La derecha lidera las encuestas, pero el traspaso de votos no está garantizado: los electores de Kast podrían no respaldar a Matthei y viceversa, y el destino de los votos de Parisi o Kaiser es incierto. “El verdadero desenlace se sabrá en noviembre y, en definitiva, en el balotaje de diciembre”.
Resignación y “mal menor”
La resignación, dice, se refleja en el voto: “En vez de aspirar a lo mejor, muchos se conforman con lo menos malo. Es una mirada negativa: ‘es lo que hay’. Lo ideal sería exigir más, pero quizá el mal menor es lo que sienten que se merecen… o lo que quieren”.
Riesgos para la democracia
Si esta tendencia no cambia, advierte, Chile podría retroceder institucionalmente. “Los extremos, de izquierda o derecha, capitalizarán la frustración, debilitando la democracia y llevando al país a un escenario que costará décadas reparar”.
¿Cómo revertirlo?
Durán propone reformar la educación cívica, exigir liderazgos preparados, recuperar el rol de los partidos como espacios de debate y combatir la desinformación. “La democracia no se sostiene con promesas fáciles, sino con ciudadanos exigentes y líderes a la altura. Hoy Chile está en una encrucijada: decidir si quiere estadistas o administradores del caos”.